viernes, 29 de abril de 2011

Fiesta Patronal en San Felipe del Agua

Las fiestas patronales, reafirman la fe de un pueblo y confirman el catolicismo. México es un jardín de fiestas populares, todas con origen en la fe continua. Cada barrio, pueblo, ciudad y hasta gremio tiene un lugar especial para las advocaciones e intercesores. La fiesta une y fertiliza. Es la forma de agredecer a Dios una buena cosecha, un buen año, la justicia y la paz de la comunidades. La fiesta hermana, el enemigo pide perdón y baila al ritmo de la banda. La fiesta es el momento que la comunidad usa para hablar con Dios y en el mezcalito se mezclan risas, plegarias, distenciones y relajamientos.



Hay fiesta en San Felipe del Agua, Hoy hay misa a las 7:00 y a las 8:00 parte la calenda de canastas por las principales calles. Es una fiesta grande como el corazón de la gente. Este año el mayordomo de la fiesta es el pueblo. Invitados estamos todos a caminar con Sal Felipe Apóstol, con las madrinas, con el pueblo, con la agencia, con el comisariado...en fin...la fiesta de San Felipe del Agua te espera porque tu fe unida a nuestra nos acerca a Cristo, San Felipe intercede por nosotros.



Viva San Felipe del Agua. Viva nuestra Iglesia Peregrina en Oaxaca. Soy Católico porque creo que Cristo resucitó y está vivo. Felices Pascuas


lunes, 25 de abril de 2011

Comunicado de prensa. Domingo 24 de abril de 2011. Monseñor José Luis Chávez Botello


PEDIR Y RECIBIR EL DON DE LA PAZ
Comunicado de prensa
Abril 24 de 2011.
“La paz este con ustedes” (Jn. 20,19). Esta semana fuimos testigos de piadosos y ricas expresiones religiosas en todos los rincones del país; así celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo que constituye la Pascua; es la victoria definitiva de Dios sobre el mal y sobre la misma muerte. Dar la vida por amor, como Jesucristo, es el camino seguro para vencer el egoísmo, la división, la violencia y la misma muerte.
En estos tiempos en que sufrimos los estragos del mal y parece avasallador el poder de quienes esparcen la corrupción, el miedo y la muerte, nos urge alimentar la esperanza para no caer en el desaliento, en la desesperación y dejar que el mal se anide en nosotros y marque el rumbo de nuestra sociedad.
Celebrar la Pascua de Jesucristo fortalece la esperanza de que sí es posible vencer al mal con el bien, impulsa a dar el paso a una vida auténtica sin tenerle miedo al trabajo honesto, a la incomprensión o a la fuerza del mal; Jesucristo nos muestra que solo por la cruz se llega a la Resurrección. Es Jesucristo Resucitado quien nos ofrece su paz: “La paz esté con  ustedes”; en Oaxaca necesitamos acogerla de corazón y cuidarla en y entre nosotros.
Sí es posible recibir, experimentar y ver los frutos de la paz de Cristo en nuestra sociedad:
·         Si en todo optamos por la verdad y nos esforzamos por vivir con amor.
·         Si luchamos cada día por fortalecer nuestra fe y ser coherentes. Ningún católico puede comportarse de una manera como creyente y de otra como ciudadano; la fe no es un vestido que se pone y se quita cuando se quiere ni un uniforme que solo se pone en determinados días y lugares.
·         Si trabajamos por mejorar la manera de relacionarnos cambiando la agresividad y la mentira por un lenguaje guiado por el respeto y el amor. Nunca olvidemos que una palabra de amor cura y da felicidad, una palabra amable serena y suaviza las cosas, una palabra oportuna aliviana el trabajo y evita problemas.
·         Si asumimos con responsabilidad los compromisos asumidos: el matrimonio, la paternidad, el cuidado y la unidad de la familia, los cargos públicos, nuestros deberes como ciudadanos.
·         Si al exigir derechos y demandar justicia se pasa de los enfrentamientos, toma de calles y carreteras a formas adecuadas sin dañar a terceros o a toda la sociedad.
·         Si se abandona el doble discurso, todavía usual en algunos políticos y líderes sociales, se avanza realmente por la transparencia y la participación efectiva de los ciudadanos.
·         Si cultivamos a todos los niveles un mayor respeto por la naturaleza cuidando los bosques, el agua y los ríos evitando su deterioro y las variadas formas de contaminación.

A todos nos urge pedir y apoyar que el gobierno impulse realmente la transición a una vida más humana y más justa donde todos en Oaxaca podamos vivir en paz. Sí es posible si los creyentes tomamos en serio nuestra fe viviendo la Pascua con Cristo.


Con mi saludo y bendición para todos.                            
   + José Luis Chávez Botello
 Arzobispo de Antequera-Oaxaca