miércoles, 16 de febrero de 2011

COMUNICADO URGENTE

COMUNICADO DE PRENSA DEL ARZOBISPO Y PRESBITERIO

Febrero 15 de 2011.

¡Gracia y paz a todos de parte de Dios nuestro Padre y de Jesucristo, el Señor!. (2ª. Cor. 1,2).
Reunidos en la Semana de Formación Permanente Sacerdotal, animados y confiados en que la verdad nos hará libres, ofrecemos nuestra palabra para fortalecer la fe y animar la esperanza de todos los católicos oaxaqueños y de todas las personas de buena voluntad. Estimulados también con la palabra del Papa Benedicto XVI: “Es innegable la aportación que las comunidades religiosas dan a la sociedad… y del papel constructivo de los creyentes en la vida social”, les expresamos desde la fe, nuestra apreciación de los hechos sucedidos hoy.
1-Lamentamos los hechos de violencia.
Lamentamos los hechos violentos ocurridos el día de hoy, martes 15 de Febrero, en la ciudad capital del Estado de Oaxaca. Reiteramos que la violencia solamente genera más violencia. Es necesario hacer un alto y reflexionar: ¿Por qué se dio la violencia? ¿Alguien la propició? ¿Alguien la indujo? ¿Por qué se desarrolló? ¿A quiénes conviene que vivamos en la violencia?. Oaxaca no puede ni debe vivir en violencia permanente, pero tampoco debe ser rehén de quienes pretenden mantenerla ahogada en la violencia. La paz y el bien común son fruto de la justicia; por eso no hay justicia donde se provoca e induce a la violencia, ni cuando se realiza una defensa con un uso desmedido y desproporcionado de la fuerza.
2-Exhortamos a ver y analizar estos hechos con esperanza activa.
 No podemos cerrar los ojos a la realidad ni justificar a unos acusando a otros sin fundamento. Debemos serenarnos y permitir que se investiguen a fondo los hechos. No podemos ni debemos ensuciar más el ambiente porque caeremos en un círculo vicioso que nos llevará, otra vez inevitablemente, a dañar la estabilidad y la paz social. La esperanza activa nos exige ser responsables y nos lleva a pedir una investigación seria, profunda y apegada a derecho.

3- Pedimos una investigación seria y a fondo.
Que aparezca la verdad y que se muestre a la sociedad. Que se esclarezca la verdad y a partir de ella, la sociedad pueda conocer efectivamente el origen y los móviles de los acontecimientos que generaron la violencia con tan lamentables consecuencias. Que nadie se sienta vencedor ni vencido, que por encima de tintes ideológicos y partidistas prevalezca la verdad y así ganemos todos caminando por la justicia y la paz.


4- Exhortamos a todos a la serenidad y, especialmente a los católicos, a orar por la reconciliación y la paz.
En estos momentos de confusión son importantes la prudencia, la sensatez y la cautela, que son valores y principios orientadores de nuestros pensamientos, palabras y actitudes. Hagamos uso de nuestro mejor instrumento: La oración para que el Señor nos ayude a ver y actuar con responsabilidad. Desde nuestro compromiso con la Justicia y con la Paz, exijamos por las vías institucionales y pacíficas, la verdad y la justicia para que podamos caminar hacia la Reconciliación y la Paz.

Nuestro saludo y oración para todos.



+ José Luis Chávez Botello
                                       Arzobispo de Antequera-Oaxaca.
                                        Presbiterio de la Arquidiócesis.

martes, 15 de febrero de 2011

COMUNICADO URGENTE

COMUNICADO DE PRENSA DEL ARZOBISPO Y PRESBITERIO
Arquidiócesis de Antequera Oaxaca
15 de Febrero del 2011.
¡Gracia y Paz a todos de parte de Dios nuestro Padre y de Jesucristo, el Señor!

Reunidos en la Semana de Formación Permanente Sacerdotal, animados y confiados en que la verdad nos hará libres, ofrecemos nuestra palabra para fortalecer la fe y animar la esperanza de todos los católicos oaxaqueños y de todas las personas de buena voluntad. Estimulados también con la palabra del Papa Benedicto XVI: "Es innegable la aportación que las comunidades religiosas dan a la sociedad... y del papel constructivo de los creyentes en la vida social", les expresamos, desde la fe, nuestra apreciación de los hechos sucedidos hoy.

1.- LAMENTAMOS LOS HECHOS DE VIOLENCIA

Lamentamos los hechos violentos ocurridos el día de hoy, martes 15 de Febrero en la ciudad capital del Estado de Oaxaca. Reiteramos que la violencia solamente genera más violencia. Es necesario hacer un alto y reflexionar: ¿Por qué se dio la violencia? ¿Alguien la propició? ¿Alguien la indujo? ¿Por qué se desarrolló? ¿A quiénes conviene que vivamos en la violencia?
Oaxaca no puede ni debe vivir en violencia permanente, pero tampoco debe ser rehén de quienes pretenden mantenerla ahogada en la violencia. La Paz  y el bien común son fruto de la justicia; por eso no hay justicia donde se provoca o induce a la violencia, ni cuando se realiza una defensa con un uso desmedido y desproporcionado de la fuerza.

2.- EXHORTAMOS A VER Y ANALIZAR ESTOS HECHOS CON ESPERANZA ACTIVA

No podemos cerrar los ojos a la realidad ni justificar a unos acusando a otros sin fundamento. Debemos serenarnos y permitir que se investiguen a fondo los hechos. No podemos ni debemos ensuciar más el ambiente porque caeremos en un círculo vicioso que nos llevará, otra vez inevitablemente, a dañar la estabilidad y la paz social. La esperanza activa nos exige ser responsables y nos lleva a pedir una investigación seria, profunda y apegada a derecho. 

3.- PEDIMOS UNA INVESTIGACIÓN SERIA Y A FONDO

Que aparezca la verdad y que se muestre a la sociedad. Que se esclarezca la verdad y a partir de ella, la sociedad pueda conocer efectivamente el origen y los móviles de los acontecimientos que generaron la violencia con tan lamentables consecuencias. Que nadie se sienta vencedor ni vencido, que por encima de tintes ideológicos y partidistas prevalezca la verdad y así ganemos todos caminando por la justicia y la paz.

4.- EXHORTAMOS A TODOS A LA SERENIDAD Y, ESPECIALMENTE A LOS CATÓLICOS, A

ORAR POR LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ

En estos momentos de confusión son importantes la Prudencia, la sensatez y la cautela, que son valores y principios orientadores de nuestros pensamientos, palabras y actitudes. Hagamos uso de nuestro mejor instrumento: LA ORACIÓN para que el Señor nos ayude a ver y actuar con responsabilidad. Desde nuestro compromiso con la Justicia y con la Paz, exijamos, por las vías institucionales y pacíficas, la verdad y la justicia para que podamos caminar hacia la Reconciliación y la Paz. 
 Con mi Oración y bendición para todos.

+José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera Oaxaca
Presbiterio de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca

lunes, 14 de febrero de 2011

Comunicado de prensa del Arzobispo de Antequera Oaxaca

REVISARNOS DESDE EL AMOR EN EL DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD
Comunicado de Prensa
Febrero 13 de 2011.
Desde hace años, el día 14 de febrero muchas personas celebran el día del amor y la
amistad, procuran acercarse a los amigos con variadas expresiones de afecto. Se habla en todas
partes de amor y de amistad pero no todos entendemos exactamente lo mismo. Es saludable
preguntarnos ¿Qué es el amor? ¿Qué es la amistad?.


Quizá la tarea más importante del ser humano es aprender a amar, marcar y orientar su
vida por el amor. No pocas personas reducen el amor al instinto, a la atracción sexual, a un
sentimiento o a compartir cosas. La violencia en el noviazgo, simular que se enamora pero con
otra intención, las “pruebas de amor” y uniones sin compromiso sólido, la deficiente preparación
para el matrimonio y la desintegración familiar, son muestras de superficialidad o de falso amor;
así se pervierte o traiciona el amor. ¿Cómo distinguir el amor verdadero del superficial y falso?.
El amor verdadero hace que las personas saquen lo mejor que tienen y lo compartan; si el
amor es grande, se dan a sí mismas; darse a sí mismo es la medida de la madurez en el amor. Por
eso el amor abre a las personas, va rompiendo las barreras del egoísmo y pone su realización y
felicidad en los demás. A la persona que ama le bastan pocas cosas materiales para vivir y ser
feliz y, aún eso poco, es capaz de compartirlo. El amor falso cierra a las personas y las hace
convenencieras y calculadoras, difícilmente comparten algo que valga la pena, son incapaces de
darse y de sacrificarse por alguien. Las personas así no dan, sino que exigen y arrebatan.
El amor verdadero se manifiesta en las obras; se crece en el amor, amando; la mejor
recompensa del amor es amar más porque el amor saca amor, “siembra amor y cosecharás
amor”. El amor es el motor y la fuerza más poderosa para curar y levantar la vida de las personas
y de la sociedad; es cimiento y columna vertebral de toda transformación y superación de las
personas. La mejor escuela y camino de humanización es el amor auténtico, de él depende la
superación, la realización y la felicidad de las personas porque el ser humano está hecho para
amar; el que ama se humaniza. Nunca olvidemos que la grandeza de una persona no está en tener
mucho, en saber mucho, ni siquiera en hacer muchas cosas útiles, sino en amar mucho.
El amor da rumbo y sentido auténtico a la sexualidad, a la atracción del sexo opuesto, a
los sentimientos y a toda actividad humana. Las dificultades, problemas y contrariedades de la
vida purifican y fortalecen el amor; la constancia es quizá la prueba del tiempo más dura para el
amor auténtico; son las pruebas las que más purifican, fortalecen y hacen madurar en el amor y
la amistad. Si amamos superficialmente nos volvemos inseguros; cuando no amamos nos
incapacitamos para comprender a los demás y para crear verdaderas amistades, nos
deshumanizamos. El cimiento y motor de la amistad es el amor auténtico.
Con mi saludo y bendición para todos.
+ José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

SAN VALENTÍN

Patrono de los Enamorados

Mártir en Roma a finales del siglo III. Entre el pueblo, el día de San Valentín está considerado como «día de la suerte», sobre todo en Alemania; y en Francia, Bélgica, Inglaterra y especialmente América, como «día de los enamorados», en que éstos se hacen promesas, felicitaciones y regalos. Esta costumbre y aquella supersticiosa idea, obedecen a diversos orígenes folklóricos y también al prestigio popular del Santo como milagrero. — Fiesta: 14 de febrero.



El árbol maravilloso del Cristianismo necesita siempre del riego fertilizante de la sangre de los mártires. Árbol que brotó de las ondas de un manantial divino en la cima del Calvario, sus primeros brotes adquirieron vigor y frescura en las rojas oleadas que alzaron las persecuciones de los primeros siglos de la Iglesia.

En sus tiempos primitivos, como en el siglo XX, en que vivimos, el cristianismo sigue vigorizándose con la sangre de sus héroes. Nunca han faltado ni jamás faltarán en la Iglesia de Cristo estos testigos de fe, que llegan hasta la generosa entrega de la vida.

La mayor parte de noticias que de San Valentín romano han llegado hasta nosotros proceden de unas actas apócrifas; por esta causa se hace difícil conocer con exactitud su vida e incluso distinguir entre los hechos que realmente le pertenecen y los de las vidas de otros varios santos que llevan su mismo nombre y que la iglesia desde muchos siglos venera también como mártires. Reseñaremos los que se le atribuyen unánimemente.

Con todo, lo importante en la historia de San Valentín, como en la vida de cuantos cristianos han sido elevados por la Iglesia al honor de los altares, es que seamos capaces de captar la lección que nos traen y que es, en definitiva, el fin principal que la ha movido a darles culto.

San Valentín es para nosotros una ciertísima lección de vida cristiana, llevada hasta el heroísmo, hasta la más plena identificación con Cristo: el martirio.

Situémonos a finales del siglo III. Es la era de los mártires. Por todo el Imperio romano corre el huracán de la persecución.

Valentín, presbítero romano, residía en la capital del Imperio, reinando Claudio II. Su virtud y sabiduría le habían granjeado la veneración de los cristianos y de los mismos paganos. Por su gran caridad se había hecho merecedor del nombre de padre de los pobres.

No podía ser desconocida de la corte imperial la influencia que ejercía en todos los ambientes romanos, y quiso el mismo emperador conocerlo personalmente. Valentín, en aquella entrevista, no dejaría de interceder en favor de su fe católica y contra el estado de persecución en que a menudo se encontraba sumida la Iglesia.

El soberano, que estaba interesado en granjearse la amistad y la colaboración del inteligente sacerdote cristiano, escuchó con agrado sus razones. Por eso intentó disuadirle del que él creía exagerado fanatismo; a lo que replicó Valentín evangélicamente: «Si conocierais, señor, el don de Dios, y quién es Aquel a quien yo adoro, os tendríais por feliz en reconocer a tan soberano dueño, y abjurando del culto de los falsos dioses adoraríais conmigo al solo Dios verdadero».

Asistieron a la entrevista, un letrado del emperador y Calfurnio, prefecto de la ciudad, quienes protestaron enérgicamente de las atrevidas palabras dirigidas contra los dioses romanos, calificándolas de blasfemas. Temeroso Claudio II de que el prefecto levantara al pueblo y se produjeran tumultos, ordenó que Valentín fuese juzgado con arreglo a las leyes.

Interrogado por Asterio, teniente del prefecto, Valentín continuó haciendo profesión de su fe, afirmando que es Jesucristo «la única luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo».

El juez, que tenía una hija ciega, al oír estas palabras, pretendiendo confundirle, le desafió: «Pues si es cierto que Cristo es la luz verdadera, te ofrezco ocasión de que lo pruebes; devuelve en su nombre la luz a los ojos de mi hija, que desde hace dos años están sumidos en las tinieblas, y entonces yo seré también cristiano».

Valentín hizo llamar a la joven a su presencia, y elevando a Dios su corazón lleno de fe, hizo sobre sus ojos la señal de la cruz, exclamando: «Tú que eres, Señor, la luz verdadera, no se la niegues a ésta tu sierva».

Al pronunciar estas palabras, la muchacha recobró milagrosamente la vista. Asterio y su esposa, conmovidos, se arrojaron a los pies del Santo, pidiéndole el Bautismo, que recibieron, juntamente con todos los suyos, después de instruidos en la fe católica.

El emperador se admiró del prodigio realizado y de la conversión obrada en la familia de Asterio; y aunque deseara salvar de la muerte al presbítero romano, tuvo miedo de aparecer, ante el pueblo, sospechoso de cristianismo. Y San Valentín, después de ser encarcelado, cargado de cadenas, y apaleado con varas nudosas hasta quebrantarle los huesos, unióse íntima y definitivamente con Cristo, a través de la tortura de su degollación.

¿Por qué el folklore se ha venido aliando tan intensamente y en tantos países con la festividad de San Valentín romano? Y reduciendo la cuestión: ¿Por qué se atribuye a San Valentín el patronazgo sobre el amor humano, atribución que es, evidentemente, el origen y la explicación de todas las restantes manifestaciones de la devoción o de la simpatía popular al Santo?

Aparte la posible trasposición de algún hecho, tradición o leyenda, de otros Valentines al mártir de Roma, que explicaría ciertas expansiones, dicha atribución puede ser debida a dos motivos, separadamente considerables o perfectamente conjuntables:

1º Nuestro San Valentín fue martirizado en la Via Flaminia hacia el año 270, seguramente en los inicios de la primavera, cuando en la naturaleza se anticipa el júbilo expectativo de la fecundidad y de la pujanza. En los siglos antiguos y medievales, empiezan a venir a Roma numerosos peregrinos, entrando por la Puerta Flaminia, que se llamó Puerta de San Valentín, porque allí, en recuerdo de su martirio, el Papa Julio I, en el siglo IV, mandó construir en su honor una basílica.

Esos romeros coincidían con los días del aniversario del Santo; y de retorno a sus países, se llevarían de él o de su templo alguna reliquia o memoria. Ahora bien: no es cosa rara en la primitiva Iglesia el empeño de cristianizar fiestas o costumbres de matiz pagano, y en primavera no faltaban en la Roma gentílica festejos dedicados al amor y a sus divinidades. Fácilmente se inclinaría a los fieles a invocar a San Valentín —mártir primaveral— como protector del amor honesto. La invocación brotaría en Roma y sería transportada por los romeros a sus tierras y naciones, principalmente por los que cruzaban la Puerta Flaminia, norte arriba de Europa.

2º motivo: Hemos hecho notar el prestigio de que gozaba el Santo como sacerdote. ¡En cuántas familias sería efectiva su influencia, cuántos enlaces matrimoniales habría bendecido! Positivamente, no faltan noticias biográficas tradicionales que así lo afirman.

En las Catacumbas y en casas de cristianos, no sumarían cantidad exigua los que habían sido asistidos por su presencia presbiteral al unirse, por el Santo Sacramento que los hizo esposos. Es natural que, después de su martirio, se le adjudicase la advocación de Patrón de los hogares y del amor conyugal.

Trábense estas consideraciones, y quedarán perfectamente señalados los orígenes de la devoción típica y del costumbrario en homenaje al Santo.

Lo cierto es que éste se conserva floreciente en los países del Norte europeo y americano.

Cosa curiosa: ya en el siglo XVII, ciertos protestantes lo censuraban como de cuño papista y, al mismo tiempo, pagano. Le reconocía cierto matiz pagano, San Francisco de Sales. Pero, saturado como siempre de buen juicio y de exquisita prudencia, lo que hace él es aconsejar a los jóvenes prometidos que imiten las virtudes de San Valentín. Esto es lo que hay que desear, principalmente; rogando al excelso presbítero mártir que alcance del Señor, a la juventud cristiana que al matrimonio camina, el don del puro amor, santificador de la vida familiar.