miércoles, 9 de marzo de 2011

COMUNICADO DEL EPISCOPADO




Comunicado de Prensa con motivo de la Reforma sobre
Derechos Humanos aprobada por el Senado


La Reforma Constitucional aprobada por el Senado de la República tiene elementos muy positivos e importantes a considerar.

Una vez que la Reforma Constitucional sea ratificada por los Estados de la Federación, se verán beneficios para la cultura y la convivencia entre los mexicanos.

Celebramos la Reforma Constitucional por las siguientes razones:

1.- Tiene sentido humanista. Los derechos de todos los seres humanos se han puesto en el centro de nuestro ordenamiento constitucional:

1.1.- La constitución mexicana ahora reconoce los Derechos Humanos de todos los mexicanos, a diferencia de antes de la reforma en que simplemente se otorgaban garantías.

1.2.- Reconoce los derechos humanos presentes en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos de los que México sea parte.

1.3.- El ejercicio de los Derechos Humanos NO podrá restringirse salvo en casos verdaderamente graves y previstos por la misma Constitución.


2.-  Marca el rumbo al pleno ejercicio del derecho humano a la Libertad Religiosa para todos los mexicanos.

2.1.- El Derecho Internacional de los Derechos Humanos es generoso en la protección de la Libertad Religiosa. Baste observar, como clarísimo ejemplo, la definición que la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) hace de libertad religiosa, definición que es referencia y punto de partida de muchos otros instrumentos internacionales:

“Artículo 18. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.


3.- Celebramos que la persona, la vida, el matrimonio y la familia tengan ahora un lugar destacado en el ordenamiento constitucional mexicano, pues ya gozan de amplia protección en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Baste citar, por ahora, a la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José, 1969):


Artículo 1.  Obligación de Respetar los Derechos

 1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

 2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.


Artículo 4.  Derecho a la Vida.

 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.


Artículo 17.  Protección a la Familia.

1.- La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado.

2. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta Convención.

3.- Hacemos votos para que en lo inmediato nuestros legisladores ajusten el orden jurídico mexicano para el pleno reconocimiento de los Derechos Humanos de cada persona en México a la Libertad Religiosa y a la Vida, así como la debida protección al matrimonio entre varón y mujer y de las familias mexicanas, siempre en respeto al Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Que Cristo Nuestro Señor nos conceda su luz y la Paz que México necesita. Santa María de Guadalupe, protégenos e intercede por nosotros.


Por los Obispos de México.




+ Carlos Aguiar Retes
Arzobispo de Tlalnepantla
Presidente de la CEM
+ Víctor René Rodríguez Gómez
Obispo Auxiliar de Texcoco
Secretario General de la CEM

domingo, 6 de marzo de 2011

Comunicado de Prensa de Monseñor José Luis Chávez Botello

SIN RESPETAR LA DIGNIDAD DE LA MUJER NOS DAÑAMOS TODOS
Comunicado de prensa

Marzo 6 de 2011.

Se impone una palabra con motivo del próximo Día Internacional de la Mujer. Todos somos testigos de la lucha por la igualdad entre el varón y la mujer; en los últimos 30 años ha crecido de manera significativa el porcentaje de mujeres con estudios universitarios y su presencia en el campo de la salud, de la ciencia, de la educación, de la política, en la empresa, en cargos de dirección. Esto no solo es laudable sino justo y necesario, pero aún falta mucho camino por recorrer.

La dignidad del varón y de la mujer es el fundamento de la igualdad fundamental y de los mismos derechos humanos; esta igualdad de ninguna manera comporta la desaparición de las diferencias físicas, biológicas y psicológicas que emanan del ser varón o del ser mujer; caminar hacia la ambigüedad, la distorsión o desaparición de esas diferencias sería un verdadero desastre para la identidad de las personas, un grave deterioro para las familias y para la misma sociedad. Entre el varón y la mujer se da complementariedad y, en consecuencia, hay que erradicar toda idea de superioridad, de marginación y de competencia; el machismo y el feminismo ya nos han dañado mucho.

Nos conviene a todos defender y fortalecer la dignidad de toda persona pero sobre todo de las mujeres dada la marginación, violencia y la falta de igualdad de oportunidades para superarse que por décadas han sufrido en Oaxaca. Estamos sufriendo frutos de graves errores sociales y políticos en el campo de la educación, de la familia y de la política en relación a la mujer; es penoso reconocer que aún existen poblaciones donde la costumbre se ha convertido en un abuso al negarle a la mujer el derecho al voto, a poseer tierra o a ejercer algún cargo.

El trabajo de la mujer suele ser mal remunerado y hay ambientes en los que, por su condición, soporta el hostigamiento sexual para conservar el empleo. Vemos con tristeza en muchas jóvenes el rostro de la injusticia, del abuso y comercio sexual, el estrago de la drogadicción, de la prostitución y algunas enroladas ya en el crimen organizado. La Iglesia siempre ha promovido y defendido la vida auténtica y la dignidad de toda persona; cualquier marginación, distorsión y atropello a su dignidad no va con la fe católica, va en contra del plan de Dios. Se nos impone a todos quitarnos la venda, deponer el orgullo y actuar ya con responsabilidad social.

La mujer sigue siendo un sector desprotegido en muchos campos; con el fenómeno de la migración son cientos las mujeres que deben asumir solas la enorme responsabilidad de educar y a veces de sostener a los hijos, hay que añadir las madres solteras que llevan toda la responsabilidad familiar y a las viudas que quedan con hijos pequeños; crece el número de mujeres que, ante la difícil situación económica, trabajan fuera de casa para apoyar la economía con el consecuente desgaste, limitaciones y riesgos.  

No se trata de un simple malestar social, se trata de un problema profundo social y humano que ha dañado gravemente no solo la justicia sino la misma dignidad humana. Si no queremos parches, necesitamos actuar con urgencia desde todas las instancias, sectores, comunidades y familias para impulsar juntos los derechos humanos, sociales y políticos que como personas permitan a toda mujer superarse, una mayor participación en la construcción de nuestra sociedad desde la mirada y actuación femenina que dará integralidad capaz de enriquecer, transformar y humanizar los diferentes espacios sociales.

Con mi saludo y bendición para todos.
                                                                   
                                                                                                      + José Luis Chávez Botello
Arzobispo de Antequera-Oaxaca