El cuerpo de la mayoría de las especies animales, fue diseñado para cumplir con determinadas funciones en cada una de sus partes. Cierto es que el aire que respiramos se introduce por un conducto que llega a los pulmones y oxigena la sangre; cierto es también que la comida se traslada por otro conducto hasta llegar al estómago y ahí repartir las proteínas, vitaminas y demás alimentos.
Roland Topor |
Cierto es también que recibimos imágenes con sus diversos colores y formas a través de los ojos, y podemos percibir aromas, olores buenos y malos por el mismo conducto por el cual respiramos, pero es su función doble. Esto nos hace comprender que el cuerpo de los seres vivos tiene receptáculos, conductos y contenedores en donde cada cual cumple una o más funciones especificas pero sistemáticas. Efectivamente Dios no se equivoca, los equivocados somos nosotros.
El ser humano en específico está programado y a medida que han pasado los años ha ido adaptándose a diversas situaciones producto de una programación.
Así podemos ver que para poder satisfacer necesidades el ser humano ha modificado su medio, transformando geografías.
Podemos decir que la programación del humano está presente a lo largo de la historia y que aquello se piensa es evolución se llama en verdad adaptación y programación.
En este camino no hemos dejado de comer por la boca ni de respirar por la nariz, ni ver por los ojos o escuchar por los oídos.
Es posible percibir las ondas sonoras por el tacto y quizás aromas por la boca, pero nuestros órganos, instrumentos y medios de percepción y satisfacción de necesidades como comer, respirar desechar y transformar siguen vigentes de acuerdo a su programación.
En verdad no conozco una oreja con pupila o una lengua con tímpano incluido, no he visto por la calle a ser humano que use las manos para caminar, salvo algún fugaz acróbata.
Me asustaría descubrir que un día mi vecino me dijera buenos días con palabras salidas de la axila o ver que mi hermano quién es un hábil comensal se introdujera los alimentos por el cuenco de los ojos.
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Terrible sería ver que un matemático se quitara la tapa de los sesos, como quitarse el sombrero, para rascarse las ideas.
El origen del universo no fue un acto accidental y la conformación de las cosas tiene un orden establecido para la continuidad de las especies.
El origen es indudablemente un trabajo de inteligencia.
Esta inteligencia que determina orden y es creadora inagotable.
A diferencia de la programación, la inteligencia estructurada es una de las características que nos hacen diferentes a otros seres vivientes.
Los seres vivos están programados para satisfacer necesidades y adaptarse al medio.
Hacer un vestido para cubrirse del frio es un acto de programación, no de inteligencia, así como construir una casa o fabricar una red para pescar.
La inteligencia es la capacidad que tenemos de discernir, analizar, discutir y argumentar.
Es programación aprender a escribir, pero inteligencia comprender lo escrito o lo dicho.
Es la lingüística y sus diversos caminos una muestra de la inteligencia al estructurar el orden de lo escrito y lo hablado.
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Es inteligencia estructurar el orden de las cosas para propiciar equilibrios y fortalecer la continuidad, además de formar situaciones agradables como la música, el teatro, la pintura, la danza, la arquitectura y demás florituras.
Hemos visto a lo largo de los miles de años de historia y de ciencia que cuando se altera el orden natural de las cosas, aparece el caos irremediablemente. Es por eso que en el alejamiento del orden natural vienen las reacciones: enfermedades, fenómenos naturales, guerras, desgracias, calamidades y demás males.
Aprendí y comprendí desde hace muchos años, que el descuido, el exceso y la omisión en varios aspectos de la vida "acarrean" infinidad de problemas y males.
Un amigo mío supo que el desmedido consumo de azúcares mas la falta de higiene bucal lo dejarían chimuelo, alterando además un orden de procesamiento natural de los alimentos incidiendo en procesos gástricos que desencadenaron una serie de alteraciones paralelas en su organismo con consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Esto solamente en relación a su gusto a veces incontrolable por los dulces, sin mencionar su "hábito" desmedido muchas veces, en el consumo de algunos tipos de alcohol. No quiero explicar el porque de otros males relacionados a la botella.
Se alteró el orden natural de las cosas en su organismo, además de sobreexplotar algunos órganos y herramientas de su cuerpo.
Volviendo a la inteligencia es preciso apelar a la lingüística para que el orden que se trata de establecer en la sociedad no sea alterado por una mala interpretación de palabras.
Es preciso pues que la justicia descanse en un riguroso e inteligente análisis de términos usados por unos y otros en sus respectivas defensas y reclamos.
Veamos pues dentro del orden de la lingüística que la etimología y la semántica nos conducen a la justicia de la palabra.
Ahí podemos encontrar la solución a los entuertos dolorosos de las palabras mal comprendidas.
Una de ellas es la palabra decencia que proviene de Decencio y significa apropiado.
Inteligencia es discernir, seleccionar la mejor alternativa y tener la capacidad de interpretar lo leído.
Fobia proviene de Fobos personaje mitológico, hijo de Ares y Afrodita, y representa el terror, el miedo, y el espanto.
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Palabra compuesta es homofobia que va más allá de lo establecido en su semántica original y se traduce ahora como a continuación se ve de esta definición tomada de un sitio web para la prevención y lucha contra la homofobia:
"Homofobia es el término coloquial para referirse a la incomodidad, aversión e incluso odio hacia la homosexualidad y los homosexuales, especialmente del sexo masculino. Su nombre científico aún está en discusión,..."
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Es pues homofobia una palabra compuesta que se sale de las normas al tomar esta fobia no como fobia pues la ciencia determina que en las fobias la emoción principal es el miedo en tanto que en la homofobia es el odio, por lo tanto se ha roto el orden establecido en la lingüística y hermenéutica.
El pasado 8 de mayo en el seminario Pontifico de la Santa Cruz, en la conferencia ante los medios, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, leyó el comunicado dominical titulado LAS MADRES, INDISPENSABLES PARA MEJORAR LA VIDA, en donde se destaca el amor materno y la dignidad de la mujer. En este tono y en el llamado de siempre a respetar el orden establecido, el Arzobispo hace observaciones sobre lo importante de la determinación de los roles y las funciones que cumplimos al ser concebidos y hace hincapié en la necesidad de no romper con la dignidad de la mujer por la violencia, el machismo, el abuso de autoridad y el engaño.
No se vio en ningún momento a un Pastor con actitudes misóginas u homofóbicas. No se le vio levantar la voz ni manotear o incitar al rechazo generalizado de alguien con preferencias sexuales diferentes o alternas.
Solo vimos a un hombre apelando al orden natural de las cosas. El orden natural que promueve la continuidad de la especie humana, que defiende el derecho a la vida, promueve la justicia y la paz dentro de la lógica de la creación y determinación de las funciones.
Es decir, lo dicho por el Arzobispo fue propiamente que un “hombre o una mujer que usan apropiadamente las funciones de su cuerpo y organismo… etc.”
Es preciso poner énfasis en el orden de las cosas para no hacer realidad lo que en los años 50´s del siglo XX mostraba el llamado movimiento pánico encabezado por Fernando Arrabal, Roland Topor y Alejandro Jorodowsky.
O. Flores
LumenRadio